En esta entrevista llevada a cabo por la Asociación de Emprendedores de Chile, la fundadora de Agez explica cómo su poryecto de negocios ha logrado ser un puente entre empresas, productoras y personas que constituyen.
¿De qué trata tu emprendimiento?
Es un cruce entre productora de eventos y agencia de músicos. Específicamente, es una estructura organizada para proveer servicios de música en vivo en eventos sociales de todo tipo.
¿Cómo se te ocurrió, qué necesidad viste?
Por un lado, existía un vacío en cuanto a la contratación de músicos, la gente que quería algo en vivo no tenía a dónde recurrir, algunos músicos lo hacían de manera informal, pero sin las ventajas que implica sistematización, contabilidad, control de calidad, contratos, promoción y especialmente arreglos originales. Por otra parte, los músicos que querían trabajar en esto no tenían con quién trabajar, las empresas de banquetería, sonido u otras no saben de música ni tampoco trabajar con músicos, hacía falta algo que pudiera canalizar el talento disponible y que profesionales de buen nivel pudieran trabajar en esto sin tener que perder su tiempo en lo administrativo y contable.
¿Crees que has cumplido tus metas?
Totalmente. Estamos presentes en cientos de eventos al año, pero aún más que la cantidad lo importante es la calidad, nos hemos hecho conocidos como un sello que garantiza calidad de clase mundial, y así y todo estamos al alcance de cualquiera que organice eventos. No somos más caros de contratar que, por ejemplo, un buen banquete o un buen sistema de refuerzo sonoro. Como resultado, hemos tenido un centenar de músicos trabajando gracias a este proyecto, que ya lleva 14 años prestando servicios.
¿Cómo ha sido la recepción?
Excelente, y eso nos enorgullece mucho, porque todos los que estamos en este proyecto amamos la música. Poder vivir de lo que amamos es un logro inusual, en un país donde el arte a menudo es visto como un hobby. Somos hoy reconocidos ampliamente como la empresa líder del rubro, el testimonio de nuestra calidad va de boca en boca y en rigor hoy no tenemos competencia, aunque incluso nos satisface ver que no somos los únicos, y a menudo trabajamos de la mano de otras empresas del rubro.
¿Cuál crees que es el mayor valor que entregas?
Hay valor en varios ejes. Por un lado entregamos servicio de calidad y eso es lo primero. Somos líderes porque nuestro trabajo es nuestra publicidad y vice versa. Entonces, como siempre sucede con el arte, eso deja un valor intangible pero muy real. Generamos sensibilización, exponemos a los invitados de nuestros clientes a música que tal vez nunca habrían conocido, entonces hay un valor de difusión, además de generar un recuerdo inolvidable.
También, hay un valor en dignificar el oficio de la música. ¿Por qué un abogado, arquitecto o ingeniero tendría que ganar más por hora de trabajo que un músico, si los músicos a veces invertimos tanto como un médico en años de formación? Nosotros mostramos, en la practica, que la música es un trabajo digno, no solo ante los clientes y sus invitados que experimentan el resultado, también entre los músicos, donde gracias nuestra empresa los profesionales acceden a una plataforma que les permite ejercer su oficio en buenas condiciones, y en un contexto diferente a los puestos de trabajo más tradicionales.
¿Qué ha sido lo más difícil?
Los aspectos administrativos de operar una empresa son algo que normalmente está lejos de los músicos. Yo soy pianista y si bien la formación es amplia en muchos ejes, la gestión no suele estar incluida, entonces eso ha sido un desafío importante: aspectos, legales, contables y de infraestructura empresarial son algo que no se debe descuidar. Por otra parte, abrirse camino en un país donde a veces la música no es vista como algo profesional puede tener momentos difíciles. Explicar las exigencias técnicas a gente que no conoce del oficio no es fácil. Lograr que las cosas sucedan a la hora cuando hay que coordinar con terceros tiene sus dificultades, y cobrar para poder pagar a tiempo los servicios profesionales es algo que de vez en cuando puede ser tedioso, aunque es algo en lo que hemos avanzado, tanto porque hemos aprendido a hacerlo como porque vemos que el país avanza en ese tipo de cosas.
¿Tienes nuevos desafíos con respecto a este emprendimiento?
Solo seguir el camino de hacer cada vez mejor nuestro trabajo y no descansar en los laureles. Sabemos que nadie lleva el tiempo ni la escala nuestra, pero también sabemos que no somos los únicos, tenemos que mantener un alto estándar para seguir siendo los mejores, el que pestañea pierde.
La entrevista se puede leer también en el sitio de ASECH.